domingo, 21 de agosto de 2011

¡QUE VIVA EL PAPA!

Estos días he estado en medio de varias conversaciones referentes a la visita del Papa. Ya no me puedo resistir a utilizar este medio para expresarme. He encontrado gente que está a favor y en contra, por lo tanto quiero expresar mi opinión con el máximo respeto a ambas partes.
Debo decir que inicialmente era una idea que me resultaba atractiva ya que, analizando la situación, ¿quién salía perjudicado? (además de los madrileños que se las desean para desplazarse). Por un lado, España recibe a Benedicto XVI y con ello a sus millones de fieles. ¡Seremos buenos anfitriones!. Por otro, sus seguidores visitan y conocen nuestro país (voluntariamente) viviendo una experiencia, digamos…. importante, única o irrepetible para ellos. Hablemos claro, esto supone ingresos para nuestro país en la medida en que la gente gasta (como cualquier español cuando viaja al extranjero), publicidad o quizás mayor número de peregrinos durante el próximo año. Nos beneficia económicamente, lo cual agradecemos dado el momento que vivimos. ¿Debemos facilitarles las cosas a los fieles? Por supuesto que sí. Ahora bien, la indignación de muchísimos españoles, y la mía propia, viene cuando con el dinero del estado, se cubre casi por completo los gastos que los fieles pueden tener en nuestro país, (alojamiento, comida, turismo, ocio, etc), o el despliegue de medios que se realiza (que algunos son necesarios y por tanto debemos ser coherentes con lo que hemos ofertado). ¿Vamos a llegar a recuperar lo invertido durante el próximo año? (ya no digo obtener beneficios). Mientras, una de las últimas noticias que tenemos que digerir es que retiran la ayuda de los 400 euros. Resulta tremendamente triste que parte de nuestra indignación, venga determinada por una cuestión económica, pero es una realidad desde el momento que le hemos otorgado al dinero, el poder de dirigir nuestra vida.
Los  argumentos a favor que he escuchado estos días hacían referencia  a:
-           La millonada que gastamos en otras cosas (como fútbol).

-           Que debemos ser abiertos y respetar otros gustos (ya que en ocasiones acudimos a espectaculares  conciertos subvencionados y no protestamos).

-           Que queremos volcar nuestra indignación ante la crisis en la visita Papa.
Primeramente, lo del fútbol daría para escribir otra entrada, pero relacionado con lo expuesto diré que no es subvencionado, ya que pagamos cada partido, cada camiseta, o las zapatillas Nike anunciadas por Torres o Ronaldo. El desembolso millonario de fichajes no lo paga el Estado.
Con respecto al segundo punto, creo  que se hablan de cosas diferentes, una cosa es crisis y otra ocio. Estoy de acuerdo que los gustos soy muy variados y por lo tanto el ocio también lo es (“gracias a dios”). A algunos les gustan los Rolling a otros el arte y a otros el Papa. Hasta ahí respetamos y entendemos que, de invertir en ocio con nuestros impuestos, que se haga de una forma variada para llegar, si se puede, a todos. Ahora bien, estamos en un momento en que hay necesidades, que la mayoría de los españoles consideramos más importantes que el ocio, que no están cubiertas. El estado “dice” no tener dinero con lo cual, cada vez somos más los que seguimos sin trabajar, somos más a los vivimos a “0” ingresos, somos más los que vemos limitada nuestra independencia, bla, bla, bla, por tanto esta desesperación que vivimos 4 millones de desempleados, se materializa en rabia ante cualquier desembolso millonario que realice nuestro estado dedicado al ocio. No estamos en contra la visita del Papa, ni mucho menos,  estamos en contra de la manipulación, en contra de la incoherencia,  la mala gestión,  el engaño y en contra de la falta de claridad de nuestro Estado y Gobierno.
A día de hoy entendemos algo mejor cómo hemos llegado a esto, y si tenemos que buscar culpables sabemos empezar por señalarnos a nosotros mismos, por lo que esto no es un levantamiento hacia el Papa, sino hacia nuestro incoherente sistema.

QUE VIVA EL PAPA!!!

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